Cuidados del kalanchoe: Todo lo que necesitas saber, ¡y más!
El kalanchoe es una planta suculenta muy atractiva, resistente y fácil de cuidar. Si te preguntas cómo mantener esta planta estás en el lugar correcto. En esta entrada te contaremos en detalle todo lo que debes saber sobre el cuidado del kalanchoe, tanto si lo tienes en interior como en exterior. Además, te mencionaremos las plagas y enfermedades más comunes y cómo identificarlas, combatirlas y qué prácticas te serán útiles. En este recorrido también te explicaremos cuál es el motivo por el que se marchitan tras florecer. Vamos directo a sus orígenes, ¡Madagascar!
Características del kalanchoe
Como te mencionamos, el kalanchoe es una suculenta originaria del continente africano, allí las condiciones climáticas son áridas, por lo que esta planta ha evolucionado con hojas carnosas para almacenar el agua. Además, tiene flores de tonos vibrantes de acuerdo con su variedad, son ideales para decoración, ya que tampoco necesitan mucho mantenimiento. Esta planta de climas cálidos y secos es la típica planta independiente, se cuida por sí sola (casi siempre). En otras palabras, una planta con la que todo principiante se debería iniciar.
Si bien la planta kalanchoe se ha desarrollado en una zona desértica, esto no significa que sea todoterreno, hay que aplicar unos cuidados adecuados, que veremos más adelante. Una de las ventajas del kalanchoe es que no requiere de riegos constantes, es una planta perfecta para quienes pasan tiempo fuera de casa o se olvidan de regar.
Tipos de kalanchoe
Kalanchoe blossfeldiana y sus cuidados
Es una variedad de kalanchoe muy común en España, por lo que seguramente la has visto en alguna maceta o en el suelo. Se caracteriza por tener flores en racimo, las cuales pueden ser amarillas, rojas, blancas o rosas. En cuanto a sus cuidados, necesitan mucha luz solar indirecta, un riego ocasional cuando el sustrato está seco y sobreviven en temperaturas entre 15° C y 25° C.
Kalanchoe daigremontiana y sus cuidados
El kalanchoe daigremontiana es una variedad también conocida como “espinazo del diablo” o “aranto”. Su rasgo más particular son sus hojas de bordes dentados de donde se desprenden futuros kalanchoes listos para enraizar. El kalanchoe daigremontiana puede dar flores, aunque no son muy comunes. De igual manera, quién sabe, quizás tienes suerte y la planta te agradece con un par de ellas…
Por eso es importante hablar sobre el kalanchoe daigremontiana y sus cuidados. En cuanto a luz, tolera la luz indirecta y la sombra. La kalanchoe, con cuidados en exterior, puede estar bajo el sol durante la mañana y la tarde. Eso sí, resguardarla de los rayos del mediodía para evitar quemaduras en sus hojas. En cuanto a su riego, retiene agua en sus hojas, así que puedes despreocuparte (que no olvidarte!) y darle agua cuando el suelo esté completamente seco. Respecto a la temperatura, se adapta en temperaturas cálidas, pero no la dejes fuera en temporadas de helada.
Cuidados del kalanchoe
Vamos a dar un repaso rápido por los aspectos generales que debes tener en cuenta sobre los cuidados del kalanchoe. Acompáñanos a explorar punto por punto los secretos para tener a esta suculenta siempre radiante y firme.
Humedad ambiental
El kalanchoe no es fanático de los ambientes excesivamente húmedos. Debes propiciar, en lo posible, un entorno seco. Tampoco es necesario pulverizar sus hojas. ¿Vives en una región húmeda? No es problema, deja que el aire circule para evitar la aparición de hongos y mantener en buen estado tus kalanchoes.
Temperatura
Como te mencionamos, es una planta que no tolera las temperaturas que estén por debajo de los 10° C. Teniendo en cuenta esto, ubícala en un lugar resguardado del frío. También la temperatura garantizará un crecimiento constante.
Sustrato
El mejor sustrato para este tipo de suculentas es uno ligero y aireado que tenga buen drenaje. Para no fallar en este punto, puedes escoger uno de nuestros sustratos para cactus, ya que tienen un tipo de suelo similar al ser de la misma familia. En los cuidados del kalanchoe es vital el drenaje, ya que con un sustrato compacto las raíces pueden pudrirse. Tip extra: ¡agrega perlita o arena para que el sustrato no se compacte!
Luz
Cuando hablamos del kalanchoe y sus cuidados, no debemos pasar por alto la luz. Ya sea que esté en suelo o en una maceta, tiene que recibir buena cantidad de luz indirecta. En interior, colócala cerca de una ventana para que pueda hacer la fotosíntesis correctamente. En exterior, la luz debe ser filtrada o de media sombra para no quemar sus hojas. Si tienes árboles grandes en tu jardín, puedes poner las macetas en la sombra de estos.
Riego
¡Atención! Esta es la regla de oro en el cuidado de los kalanchoes: menos es más. Recuerda que estas plantas se caracterizan por tener la capacidad de retener agua dentro de sus hojas, por lo que no necesitan riegos constantes. Deja que el sustrato drene y se seque por completo entre riego y riego. Que tu riego no sea la extremaunción, mejor prevenir que lamentar. En temporadas frías, la planta entra en reposo, reduce aún más la frecuencia con la que riegas.
¿Cómo limpiar el kalanchoe?
Debido a la forma y tamaño de las hojas de estas plantas, el polvo puede acumularse en ellas. Para limpiarlas, pasa un paño húmedo cuidadosamente en el dorso y frente de cada hoja, también hazlo en el tallo. Por más tentador que te resulte, evita utilizar productos químicos para abrillantar la planta, puedes terminar tapando sus poros.
Trasplante
¿Tu kalanchoe ha crecido mucho?, ¿quieres cambiar su maceta por otra?, ¿tu esqueje ya está listo? Entonces es momento de trasplantar. Vamos por partes, si su maceta ha quedado pequeña, cámbiala a una maceta más grande con sustrato ligero. Es aconsejable que trasplantes cada 2 o 3 años y siempre en primavera. Durante el trasplante, aprovecha para dar unos cuidados a tu kalanchoe: revisa sus raíces y elimina las que estén secas o podridas.
Si, en cambio, has esquejado un kalanchoe, asegúrate de que hayan pasado 21 días. Tras estas 3 semanas podrás trasplantar tu planta a su maceta.
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Plagas y enfermedades del kalanchoe
Aunque es una planta resistente, si los cuidados de un kalanchoe son deficientes, la planta puede sufrir plagas y enfermedades. Algunas de las más comunes son:
- Pudrición de raíz y tallo: suele ocurrir a consecuencia de un riego excesivo o de un sustrato mal drenado. Si observas que las hojas pierden fuerza y se vuelven blandas, ¡reduce el riego! Si el tallo se torna negro, sobre todo en su base, ¡reduce el riego! Para casos más severos, trasplanta tu kalanchoe a otra maceta con un mejor drenaje.
- Cochinillas: son esos pequeños insectos que se adhieren a tu planta, generalmente están en grupo sobre el tallo o las hojas. Succionan la savia de la planta y la van debilitando. Para eliminarlas, utiliza un algodón con alcohol y retíralas de forma manual. El método anterior es común, pero no 100% efectivo. Para acabar con esta plaga de manera 100% efectiva, te recomendamos nuestros anti-cochinillas e insecticidas que actuarán para salvar a tu planta.
- Hongos: los hongos tienden a aparecer en ambientes húmedos o mal ventilados. Si observas manchas oscuras en las hojas, tu planta puede estar siendo víctima de hongos. Aplica un fungicida y retirarlas hojas afectadas. Evitar pulverizar agua sobre la planta.
- Pulgones: son insectos diminutos de color amarillo, negro o verde, que se adhieren a los brotes jóvenes y se alimentan de la savia. Puedes quitarlos con agua o con algún tratamiento específico para pulgones. Los antipulgones de efecto inmediato por contacto son ideales para cuando se busca actuar rápido.
- Ácaros: son una especie de arácnidos que causan decoloración y deformación en las hojas. Un indicio de su aparición son las manchas amarillas. Si bien a los kalanchoes no les gusta la humedad, puedes pulverizar agua sobre la planta ocasionalmente para deshacerte y evitar esta plaga. Para acabar con los ácaros, mezcla en el agua un poco de jabón insecticida o diluye acaricida concentrado.
- Oídio: es una clase de hongo puntual, aparece sobre las hojas y el tallo del kalanchoe como si fuera un polvo blanquecino. Para compartirlo, abre ventanas y permite que el aire circule alrededor de la planta. ¿Quieres actuar de forma directa? Utiliza fungicidas específicos para terminar con esta plaga.
Flores del kalanchoe
Aquí hablaremos de qué cuidados debe recibir un kalanchoe daigremontiana y blossfeldiana para florecer. Las flores del kalanchoe daigremontiana son de un tamaño mediano y pueden ser tubulares o en forma de campana. En cuanto a sus colores, estos pueden ser rosa, marrones o violetas. Su floración suele darse en invierno. De igual manera, no te preocupes si no la ves florecer, ya que suele ser difícil inducir su floración.
En cuanto a los cuidados del kalanchoe blossfeldiana, para que florezca debe pasar mucho tiempo sin luz solar, y se deben dar todos los cuidados necesarios para que la planta no se estrese. Su periodo de floración es a finales del invierno. Sus flores son de colores vibrantes, amarillos, rojos, rosas e incluso blancos.
¿Tu kalanchoe ya ha florecido? Una vez que se marchiten sus flores, quítalas. De esta forma, podrás mantener a la planta en buen estado y permitir que pueda dar más flores en la próxima temporada. Es normal haber escuchado “tras dar flores, mi kalanchoe ha muerto” porque es real, ya que agota toda su energía con el objetivo de ser polinizada y propagarse. Para que tu planta sobreviva te daremos algunos consejos:
- Quita todas hojas secas y flores marchitas.
- Abona tu kalanchoe cuando esté en floración (quincenalmente).
- Trasplanta antes de su floración (solo si la maceta es pequeña).
- Riega menos en su época de floración.
- Mantén la planta con la mayor cantidad de luz indirecta posible.
Propagación del kalanchoe
Si deseas propagar el kalanchoe ya sea para ampliar tu colección o conservar las plantas que ya tienes, te explicaremos qué debes hacer. Muchas especies de kalanchoe, como la daigremontiana, producen brotes en los bordes de las hojas, los cuales puedes retirar. Una vez los hayas recogido, plántalos en una maceta con sustrato.
Para otras variedades, como la blossfeldiana, puedes reproducirla a través de 3 métodos:
Por hoja en tierra: Corta una hoja y colócala sobre el sustrato, no la entierres. Riégala una vez por semana hasta ver como comienzan a salir las primeras raíces. Este proceso es lento, pero una vez que estén las raíces fuera, plántala.
Por hoja en agua: en un recipiente coloca agua, después envuélvelo en una bolsa. Tras hacer esto, haz una perforación y pon la hoja suspendida sobre el agua, que no la toque. Este método es de enraizamiento por evaporación. Cuando tenga raíces, puedes ponerla dentro de una maceta.
Por esqueje: corta una parte del tallo con hojas y deja que cicatrice por dos días, pasado este tiempo sumerge los tallos en agua. En 15 o 21 días ya podrás ver sus raíces y pasarla a tierra.
Con estos cuidados, te asegurarás de que tu kalanchoe no solo sobreviva, sino que se multiplique. Y, aunque suene un poco dramático, ¡sí! La planta puede agotar su energía tras la floración, pero con estos métodos, puedes darle una nueva oportunidad (y una nueva vida).
¿Quieres aplicar los cuidados del kalanchoe?
¡Es momento de hacerlo! Tanto en nuestro vivero como en nuestra tienda online podrás encontrar diferentes especies de kalanchoe. ¿No sabes cuál elegir? Te ayudamos a escoger una de acuerdo con tus necesidades y el lugar en que la deseas ubicar. Si ya te has decidido por una planta o tienes una en casa, esperemos que estos consejos y cuidados del kalanchoe te hayan sido de utilidad. ¿Te han quedado dudas? ¡Déjalas en comentarios o comunícate directamente con nosotros!
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